El crucifijo es considerado por la tradición católica como una defensa contra las fuerzas demoniacas, y el signo sagrado de Cristo como vencedor sobre el mal.
Se tienen registros antiguos en grimorios de Magia, sobre la protección efectiva del crucifijo ante la hechicería más perversa.
La crucifixión es un método antiguo de ejecución, donde el condenado es atado o clavado en una cruz de madera o entre árboles o en una pared, normalmente desnudo, y dejado allí hasta su muerte.
Jesús de Nazaret, el caso más conocido de crucifixión, según los textos cristianos fue condenado a morir en una crux commissa modificada para colocar un letrero sobre su cabeza por Poncio Pilatos, el gobernador romano de la provincia de Judea. Según el Nuevo Testamento, esto fue por presiones por parte de los líderes judíos, que estaban escandalizados pues aseguraba ser el Mesías. El cargo fue declararse “Rey de los judíos”, es decir, traición a Roma y sedición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario